El 2020 se caracteriza por varios sucesos que lo distinguieron como atípico a los anteriores, el esparcimiento de un virus por todo el globo terráqueo es uno de ellos. Sin embargo, el show debe continuar y, tal como estaba planeado acorde al calendario, este año el pueblo estadounidense eligió quién será su próximo presidente. Las elecciones ocurrieron el martes 3 de noviembre, aunque el ganador recién se supo unos días más tarde. Con el 50.8 % de los votos (77.310,488 millones de la población en general y 290 por parte del Colegio Electoral) el demócrata Joe Biden será el siguiente en ocupar el despacho oval en la Casa Blanca.
El contexto actual de pandemia jugo un papel
importante tanto en las campañas como en los comicios.
La administración del
fracaso
Cuando el virus comenzó a ser noticia en
todos los lugares del mundo, el magnate Donald Trump no hizo otra cosa que
subestimar el riesgo y la mortalidad de este y, desde ese momento, comenzó a ir
en declive su carrera para la reelección, junto con la situación general del
país. Un mes después de que se produjera en Estados Unidos la primera muerte
por coronavirus, el número de contagiados, y con el él de personas fallecidas, fue
creciendo exponencialmente y de manera constante, incluso hasta hoy.
A esta altura ya sabemos que la pandemia no
solo se lleva la vida de las personas, sino que también arrasa con diversas
situaciones que afectan a la estabilidad de un país. El arribo del coronavirus
dejo a plena vista del mundo el deterioro de los centros de salud y la poca
importancia que le dio el presidente a como esto afectaba a la población,
mientras que priorizó hacer énfasis en sus batallas políticas y en preservar la
economía, algo que tampoco le funcionó. Lo que a principio de año parecía una carrera
sólida para el magnate, comenzó a tambalear, para finalmente caer ante su mala
administración.
La falta de medidas que prioricen la salud,
como por ejemplo que no hay mandato nacional de llevar puesto el barbijo, pese
a que es aconsejado por los principales organismos mundiales de salud, y el
escaso empleo de recursos como los confinamientos o las cuarentenas, acorde a
la cantidad de casos fueron algunas de las decisiones que le costaron al
presidente su imagen. Bajo la excusa de que no puede mantenerse un país
cerrado, llevo a cabo aperturas a lo ancho de todo el territorio, alegando que
estas eran necesarias para reactivar la economía, sin embargo, la tasa de
desempleo no logró recuperarse tras ser afectada por la pandemia.
Estados Unidos se cataloga como uno de los
países que más casos de coronavirus presentó. Más de 10 millones y medio de
personas contrajeron el virus en lo que va de la pandemia, siendo esa cifra una
de las más altas, junto con la cantidad de personas que murieron por ello, cuyo
número supera los 240 mil. Inevitablemente, la opinión de la población acera de
lo desmedidos que son estos números se vio reflejada en los comicios. En donde cinco
de los estados más afectados, tres optaron por elegir al representante del
partido demócrata, mientras que dos respaldaron al actual presidente.
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La voz de la oposición
La
gestión de la crisis llevada a cabo por el neoyorkino fue un punto clave en la
campaña de su contrincante, ya que arremetió en reiteradas ocasiones acerca del
mal manejo de la situación. En el último debate previo a las elecciones, el demócrata manifestó que alguien que es responsable de tantas muertes –en relación al número de descensos ocasionados por el virus – no debería seguir siendo presidente de los Estado Unidos. Parte fundamental de su discurso se basó en hacerle saber a la población que
una de sus prioridades máximas sería el manejo de la pandemia y como la
administración tendría en mayor consideración las recomendaciones de los
especialistas en salud, en vez de los políticos y economistas.
Otro
factor con el cual se ganó a parte de los ciudadanos fue el anunciar su plan de
proteger el conocido Obamacare cuyo sistema de atención sanitaria, puesto en funcionamiento bajo su mandato
como vice-presidente, fue desmantelada por Trump. Es de público conocimiento
que la salud en Estado Unidos es un lujo y en tiempos como este aún más, ya que
se estima que más de 7 millones de norteamericanos perdieron su cobertura
médica a causa de los despidos, y por ende desempleo, que trajo como
consecuencia la pandemia. Sin embargo, el objetivo de este programa sería ofrecer
una cobertura completa del cuidado de la salud y que se asequible para la gran
mayoría.
El voto por correo
Otro
factor en el cual incidió la pandemia respecto a las elecciones fue en la
votación como tal. Una de las tantas recomendaciones por parte de los
organismos mundiales de salud es evitar las aglomeraciones de personas para
reducir el riesgo de que el virus se siga propagando exponencialmente. Por lo
tanto, gran parte de los ciudadanos que decidieron participar de las elecciones,
lo hicieron a través del servicio de correo. Esto afectó, sobre todo, al
momento del recuento de votos, ya que cada estado tenía fechas distintas
respecto hasta cuento se podría emitir el voto por este medio. Además, ocasionó
que el resultado final se atrasara más de lo usual.
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